Llegamos en avión desde Madrid a la ciudad de partida el sábado día 9 de Agosto. Tras la imprescindible, y esta vez corta, visita a la imperial Viena partimos el día 10, domingo, hacía la no menos imperial Budapest.
El domingo por la mañana recogimos las bicicletas alquiladas, y tras algún pequeño lío con las tallas, bien solventado, comenzamos el trayecto.
Optamos por alquilar las bicicletas pues resultaba muy engorroso embalar las nuestras para el transporte aéreo y mucho mas hacer lo mismo para la vuelta. De modo que por comodidad preferimos alquilar. Se trataba de bicis de cicloturismo KTM con 21 velocidades y alforjas, faro etc. bastante adecuadas para el trayecto.
También optamos por organizar el traslado de equipajes con una agencia que cada día los recogía en el hotel donde habíamos pernoctado y los trasladaba hasta el hotel donde nos quedaríamos en la ciudad del siguiente fin de etapa. De modo que en las alforjas solo trasladamos lo imprescindible para protegernos de una eventual jornada de frío o lluvia.
El trayecto se organizó en 6 etapas, promediando unos 60kms por etapa, siguiendo la vía cicloturista del Danubio, que es parte de la ruta ciclista europea que une el Atlántico con el Mar Negro y que es denominada Eurovelo6. Seis jornadas auténticas de cicloturismo, que nos llevaron desde Viena - Bad Deutsch Altenburg –Bratislava- Gyor-Komarno-Esztergom y Budapest.
El recorrido pasa a través de tres países, Austria, Eslovaquia y Hungría y transcurre por diversos tipos de vía desde el punto de vista ciclista: Ciclovías asfaltadas de doble sentido y uso ciclista exclusivo, otras exclusivas pero sin asfaltar, pequeñas carreteras locales, pueblos y ciudades y alguna carretera con mas tráfico.
La vía en Austria es perfecta, tanto en su pavimento como en la señalización. En este sentido nos recordaba las dos anteriores experiencias cicloturistas en el Danubio, a través de Alemania desde el nacimiento del río en la Selva Negra y en la propia Austria. Mientras que para el estado de la vía en Eslovaquia y sobre todo en Hungría la situación es cambiante con tramos excelentes, buenísimos y de reciente construcción y otros sin finalizar, en obras, con deficiente señalización o con alternativa por camino o carretera, esta con más o menos tráfico y que se separaba del río.
Nos acompañó el buen tiempo en general, aunque no nos libramos de un día completo pasado por agua de principio a fin, que además coincidió con un tramo de camino sin asfaltar, y sin compactar, con los consiguientes charcos que nos embadurnaron bien de barro.
Atravesamos paisajes preciosos a la orilla del río, también extensas áreas de cultivo junto a los diques del Danubio y pequeñas villas con su típico aspecto y arquitectura centroeuropea. A destacar, por su monumentalidad e interés cultural, no solo grandes capitales como Viena, Budapest o Bratislava, sino también, y esto fue un poco sorpresa, las pequeñas ciudades de Gyor y Esztergom.
Nos quedamos un par de días en Budapest, pues esta capital bien merece una pausa final para disfrutar de su visita.
Como anécdota comentar que casualmente y nada menos que en Budapest nos encontramos con una pareja de Humanes, Carmen Rosa y Jorge, que en su viaje por Europa habían parado en Budapest. ¡¡Ya es casualidad!!
Para finalizar los nombres de los 12 expedicionarios, que con más o menos entrenamiento previo, dieron todos la “talla”, incluso los días de mal pavimento o inclemencias del tiempo:
Rosa, Julio, Patricia, José María, Isabel, Mario, Carmen, María, Concha, Jero, Almudena y Benja. Quienes, todos, esperan ya el próximo cicloviaje.
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